Un día con
El camino al empleo después de prisión
Un día en el Centro Hedra
Acceder al mundo laboral no es nada fácil. Pero si además lo tienes que hacer estando en prisión o contando con antecedentes penales, el reto se vuelve enorme. En Fundación Adsis, como parte de nuestro programa de atención a personas privadas y ex privadas de libertad o en tratamiento de deshabituación de adicciones, contamos con un servicio desde el que acompañamos a personas que se encuentran o han estado en situación de privación de libertad a reorientar su carrera profesional.
Hemos pasado un día en el Centro de día Hedra de Valencia, una de las ciudades en las que desarrollamos este programa, para que sus protagonistas nos cuenten cómo funciona.
Zaida Prieto Serra.Técnica de Inserción Laboral y Coordinadora del Área Laboral. Centro de día Hedra (Valencia)
“Desde el servicio de intermediación laboral de Hedra atendemos de manera individualizada a cada persona para conocer sus habilidades, competencias y necesidades. Con todo, realizamos un trabajo integral que muchas veces no se centra tanto en su currículum, sino en el desarrollo de competencias como es la tolerancia a la frustración, la asertividad, el trabajo en equipo, etc. Y es que para muchas de estas personas lo difícil no es conseguir el trabajo, sino conservarlo.
Toda esta preparación tiene una recompensa muy buena, y es que las empresas nos han manifestado que los perfiles que les llegan a través de la bolsa de empleo de Fundación Adsis les funcionan muy bien.
Por lo que respecta a las ofertas de trabajo, nos llegan de manera directa y también gracias a la colaboración con otras entidades y a través del Programa Incorpora de la Fundación ‘la Caixa’. De la misma manera, hay ofertas de trabajo que cubrimos con perfiles de otras entidades. El trabajo en red aquí es clave”.
Johana. Usuaria del servicio. 44 años.
“Tenía una vida estable en España cuando decidí regresar a Ecuador para ir a buscar a mi hijo de 14 años y a mi hija de 16, que además se había quedado embarazada. Mi pareja, a quien conocía desde que vivíamos en Ecuador, me pidió que le trajera un paquete que me tenía que dar su hermano. Al aterrizar en Barajas la policía me detuvo porque ese paquete contenía droga. Me hicieron un juicio rápido. Lo perdí. A él le pedí que cuidara de mis hijos. No solo no lo hizo, sino que utilizó a mi nieta recién nacida para su beneficio económico. A los tres menores se los llevaron los servicios sociales. No pude hacer nada. Tampoco pude ir al entierro de mi madre. Fueron años muy malos.
Afortunadamente, apareció el equipo de Fundación Adsis y todo mejoró. Conseguimos que me trasladaran a Valencia, donde estaban mis hijos, y me ayudaron a recuperarlos. Una vez terminé la condena, me facilitaron una formación de camarera de pisos y gracias a ello entré a trabajar en un hotel.
Ya han pasado ocho años de esa pesadilla. Ahora estoy tranquila y contenta. Sigo trabajando en el hotel y vivo en un piso de alquiler con mis dos hijos y mi nieta. Ha sido duro, pero el proceso me ha permitido darme cuenta de en quién puedo confiar y en quién no. Y sé que pase lo que pase puedo contar con el equipo de Fundación Adsis. Gracias a ellos creo en mí. Incluso me han llamado en alguna ocasión para hacer de formadora del curso que yo recibí en su momento. ¡Las vueltas que da la vida!”.
Julián. Usuario del servicio. 53 años.
“Conocí al equipo de Fundación Adsis en prisión, cuando hice el EPYCO, un curso en el que se trabajan muchos temas relacionados con la autoestima, pero también cosas muy prácticas como hacer el currículum o utilizar el ordenador. Luego me ayudaron a encontrar trabajo. Me presenté a varias entrevistas y al final me seleccionaron en el grupo Bertolín.
Empecé como peón, pero ahora ya soy oficial de primera. Y lo he conseguido gracias a mi esfuerzo, pero también gracias a la ayuda de Fundación Adsis. Me han enseñado a controlar mis emociones, a ser más asertivo, a tener más paciencia, a confiar. Sin toda esta preparación seguramente no hubiera sido capaz de conservar el trabajo.
Ahora ya llevo dos años y medio en la empresa y estoy muy contento, ojalá me pueda jubilar aquí. Recuerdo que en el curso de EPYCO me preguntaron cuál era mi principal miedo, y a mí me salió el hecho de no poder encontrar un trabajo por mi edad. Y ahora me siento muy orgulloso porque no solo lo encontré sino que he sabido conservarlo”.
Jose Manuel Muñoz García. Director de Personas. Grupo Bertolín.
“En el grupo Bertolín trabajamos con Fundación Adsis desde el año 2021 y ya hemos cubierto unas 17 vacantes gracias a su bolsa de trabajo.
Para nosotros es una fuente más de selección de personal, como puede ser una consultora o una empresa de trabajo temporal. La principal diferencia es que en Fundación Adsis tienen una gran capacidad de encontrar aquellos perfiles más adecuados para nosotros, y lo hacen de una manera muy cercana y ágil.
Otro elemento diferenciador es que una vez hemos seleccionado a la persona, nosotros realizamos el proceso de acogida que llevamos a cabo con cualquier otro trabajador, pero el equipo de la fundación también está involucrado y hace un seguimiento más personalizado. Es un lujo.
A nivel interno, el equipo de trabajo no percibe diferencias significativas de un trabajador que haya sido reclutado vía Fundación Adsis o vía cualquier otra empresa de selección, pero sí que es cierto, porque a veces nos lo han comentado, que se sienten orgullosos de que la empresa esté tan abierta y tenga tan normalizado el dar oportunidades a todo tipo de personas. También creo que la diversidad cultural y social enriquece el equipo”.
¡Tú también puedes ayudar a crear nuevas oportunidades!