En cuestión
¿Qué significa para ti tener un hogar?
El año pasado, y después de 50 años de recorrido, Fundación Santa Lucía - Adsis, ubicada en la Comunidad Foral de Navarra, se fusionó con Fundación Adsis. Se trata de un paso natural, ya que ambas entidades manteníamos un vínculo histórico y funcional. No podemos compartir aquí la historia de vida de las miles de personas que hemos atendido desde entonces, pero esperamos que estos cuatro testimonios permitan al lector y a la lectora hacerse una idea de lo que puede significar para una persona tener o no tener un hogar.
Consuelo Cobo
Programa EISOVI
Reconstruir la vida
“Nací y crecí en Pamplona, pero entre 2012 y 2019 viví en Ecuador porque mi marido es de allá. En 2019, cuando regresamos, nos dimos cuenta de lo difícil que es acceder a una vivienda si no tienes una nómina fija ni un empadronamiento de hace años. Nos vimos de la noche a la mañana en la calle. Y lo peor fue para nuestros hijos, que regresaban con muchísima ilusión a la ciudad en la que nacieron, y se encontraron con esta situación. Para salir del paso nos fuimos a vivir a casa de unos amigos que acogían a gente en casa, pero vivíamos amontonados, éramos 14. Entonces conocimos a la fundación, y fue nuestra salvación. Nos dieron un techo, que es lo mejor que se le puede dar a una persona. Ello nos ha permitido reconstruir nuestra vida aquí. Yo trabajo por cuenta ajena y mi marido tiene una micro cooperativa de reformas y limpieza. Es un orgullo, además, que a través de ella podamos ofrecer trabajo a jóvenes. Y mis hijos, pues muy bien. El mayor cursó el bachillerato internacional en Ecuador y ahora está en tercero de Derecho. Y el pequeño acaba de terminar el bachillerato y está colaborando con Médicos del Mundo”.
Ana Olave
Programa Abriendo Puertas
Seguridad para acceder a un nuevo mundo
“Nací en Colombia, pero hace 22 años que llegué a España. Aquí siempre había vivido compartiendo piso, pero soñaba en poder darle a mis hijos un lugar propio en el que vivir. Gracias a la fundación, finalmente lo conseguí. Conocí la Loma de Santa Lucía por medio de una amiga a la que fui a visitar y, tras seguir todas las indicaciones de la fundación, me adjudicaron una vivienda en régimen de alquiler social. A partir de ese momento, se nos abrió un nuevo mundo, nos cambió la vida, nos cambió todo. Ahora ya hace 12 años que vivimos aquí, y ello nos ha permitido estabilidad, seguridad y formar parte de una comunidad. Incluso hemos creado una comunidad de vecinos. Además, siempre que se nos ha planteado algún problema o hemos necesitado orientación o apoyo, la hemos encontrado en el equipo de la fundación. Nos han dado y nos dan mucha confianza y seguridad. Al futuro, solo le pido seguir viviendo aquí, salud, trabajo y seguir creciendo como persona”.
Abderrahim Belarbi
Programa de Transición a la Vida Adulta
Estabilidad e ilusión
“Llegué desde Marruecos a España en 2018 en una patera pequeña. Tenía 17 años. Estuve en Algeciras, Almería, Málaga, Murcia y, finalmente, bajo un camión con matrícula francesa, llegué a Pamplona. Aquí estuve en un centro de menores hasta que cumplí los 18 años. Entonces una buena familia me alquiló una habitación y fue cuando conocí a la trabajadora social. Aquello me cambió la vida, ya que accedí al programa de Transición a la Vida Adulta de la fundación. Gracias a él estoy compartiendo piso con dos chicos más. Tengo mi propia habitación y tenemos el apoyo de una educadora que nos ayuda a organizarnos, con el ahorro, con los estudios y con todo lo que necesitemos. Esta estabilidad me ha permitido acceder a un grado medio de cocina y llegar a ser deportista de élite. En 2019 fui campeón de taekwondo de Navarra, entré en la selección y competí a nivel nacional, un privilegio. Ahora solo pienso en seguir estudiando, encontrar un buen trabajo, ahorrar y poder formar mi propia familia”.
Oscarina Ramírez
Programa EISOVI y VIS
Un futuro digno para mis hijos
“Conocí a la fundación en un momento muy difícil de mi vida: recién separada, sin casa, con dos hijos y sin la familia cerca. Mi vida ha cambiado completamente. Tener un techo digno donde vivir es un cambio radical, para mí y sobre todo para mis hijos. Verlos felices es mi mayor felicidad. Además, desde la fundación me han ayudado a formarme, a buscar empleo, a ahorrar. Todo ello me está permitiendo construir un futuro muy digno para mí y para mi familia. Ahora estoy buscando empleo. He realizado varios voluntariados con la Cruz Roja y me han hecho darme cuenta de que me encanta trabajar con personas”.
¡Tú también puedes ayudar a crear nuevas oportunidades!