Un día con
Educación en valores
Contagiando la sed de justicia y transformación social
Los orígenes de Adsis se remontan a un grupo de jóvenes comprometidos por la transformación social. Desde entonces una apuesta firme de la Fundación ha sido la de contagiar este espíritu crítico y el fomento de la justicia social. Lo hacemos a través de nuestro programa de educación en valores en el que cada año participan alrededor de 7.500 jóvenes de una setentena de centros educativos.
Siempre al lado de las personas
A. Participación comunitaria
Yoanna Amondarain González, Educadora en Donostia.
“En un mundo en el que cada vez más vivimos sin conocer el nombre de nuestra vecina ni del panadero, trabajar la participación activa de la juventud en su entorno es imprescindible. Sin ella, difícilmente podremos colaborar en una transformación social de las asimetrías locales y globales, que se base en los valores de la diversidad y la solidaridad.
Sabemos que las personas jóvenes tienen potencial y energía para generar otro tipo de dinámicas sociales, y además necesitan que se escuchen sus quejas, pero también sus ideas y sus anhelos. Por ello impulsamos acciones comunitarias en las que se generen espacios de encuentro entre los y las jóvenes de la Fundación, vecinos y vecinas del barrio, acercando miradas y promoviendo red.
El trabajo de participación comunitaria con jóvenes es un guiño a la idea de comunidad, de hacer entre todas y todos, de aunar esfuerzos y de poner en valor el bien común y las habilidades, tiempos y potencial de las personas que conformamos un barrio”.
B. Aprender haciendo
Marina Vilanova Alier, Educadora en Barcelona.
“El Aprendizaje y Servicio es una propuesta educativa que trabajamos con alumnado de la ESO y en la que se combinan acciones solidarias que cubran necesidades reales del entorno, con el aprendizaje significativo del alumnado.
Se trata de aprender haciendo. Y nuestra manera de hacerlo es promoviendo la autonomía del alumnado, así como el trabajo en equipo y la construcción del conocimiento de manera compartida y crítica. Lo conseguimos a través de talleres de sensibilización, sesiones de investigación, reflexión, salidas activas, sesiones de evaluación y de reconocimiento y celebración.
Durante todo el proceso se desarrollan varias acciones de servicio que se entrelazan con las demás sesiones. Nunca un único servicio es el objetivo final del proyecto, puesto que ponemos en valor el proceso del alumnado y el empoderamiento de los y las jóvenes como agentes de transformación social”.
C. La interculturalidad
Katalin Alciturri Belausteguigoitia, Educadora en Bilbao.
“Es imprescindible que la juventud comprenda el porqué de la inmigración. Nos encontramos que mucho del alumnado con el que trabajamos en la ESO no conoce realmente los distintos motivos que llevan a una persona a huir de su país. Y eso, sumado al racismo y xenofobia creciente que se transmite en muchos medios de comunicación, redes sociales y en las calles, genera comportamientos muy poco solidarios.
El trabajo que llevamos a cabo en los institutos se concreta en distintas sesiones en la que contextualizamos la realidad, perseguimos que aflore la imagen que el alumnado tiene en la cabeza sobre la inmigración y, muy importante, experimente, de una manera vivencial, los distintos puntos de vista sobre el tema. También les acercamos casos reales de jóvenes que han venido de otros países para que les cuenten sus experiencias en primera persona.
Todo ello crea conversaciones y debates muy enriquecedores y llenos de matices. Al final es bonito ver cómo se crean grupos de jóvenes que se organizan para ir más allá del trabajo en el aula”.
D. Cuidarse en las redes
Álvaro Gómez, Educador en Salamanca.
“Es la primera vez que trabajamos en primaria, pero lo hemos visto necesario porque nos hemos percatado que el alumnado de quinto y sexto curso está muy expuesto a las redes sociales y es importante abordarlo cuanto antes. No se trata de prohibir, sino de que conozcan bien la herramienta.
En las redes sociales hay mucho odio (en el sentido más amplio) y a veces no se dan ni cuenta de cómo lo generan o cómo les afecta. Nuestro trabajo consiste en, de una manera muy lúdica, explicarles la repercusión que comportamientos de odio tiene en ellos, en otras personas y en la sociedad.
El objetivo es que aprendan a cuidarse como grupo, tanto dentro como fuera de Internet. Que se cuiden y que se respeten. También trabajamos con las familias y el profesorado, con el objetivo de que el proyecto pueda continuar más allá de nuestra presencia en el aula o la escuela”.
¿Quieres ser parte de la transformación social?