La adicción a los juegos de azar online entre adolescentes sigue aumentando en Canarias
10/2024 - Canarias
Hoy se presenta el “Estudio diagnóstico sobre juego patológico online entre población adolescente y joven” de Fundación Adsis en Canarias. Una publicación que analiza, por cuarto año consecutivo, los comportamientos de los y las jóvenes de las islas con los juegos de azar en línea.
El estudio recoge los resultados obtenidos tras una encuesta a más de 1.700 personas de entre 9 y 20 años durante el curso escolar 2023-2024 en las islas de Tenerife, La Palma, Gran Canaria y Lanzarote, de los cuales más del 80% son menores de edad.
16% de la población adolescente en Canarias reconoce tener problemas con los juegos de azar online
De todas las personas encuestadas, 281, un 16%, reconoce tener problemas con los juegos de azar online, con una mayor incidencia entre jóvenes de 13 a 16 años. Por género, del total de personas que reconocen este problema, el 63,5% se identifican como hombres.
El informe también muestra un incremento de las conductas que indican adicción: un 16% se siente culpable por apostar, un 14% reconoce haber intentado dejar de jugar, sin éxito y casi en un 6% de los casos, reconocen haber cogido dinero para apostar.
La problemática del acceso de menores a juegos de azar online
El “Estudio diagnóstico sobre juego patológico online entre población adolescente y joven”, de Fundación Adsis en Canarias, también hace una comparativa de la evolución de este tipo de patologías en los últimos cuatro años, y los datos muestran que todos los indicadores adictivos han ido en aumento.
Óscar Lorenzo, coordinador del estudio, reconoce que “cada vez conocemos más casos de personas jóvenes adictas al juego que requieren de intervención asistencial para la extinción de la conducta adictiva y la recuperación psicológica, emocional y social”.
Actualmente se ha normalizado el juego de azar online como forma de ocio en la población adolescente, una conducta que se ha visto potenciada por la incorporación de lógicas de azar en videojuegos o por la presencia de portales de juego no regulados por el Estado y, por lo tanto, sin controles de edad, facilitando, así, el acceso de menores a este tipo de juegos.
“Una vez se establece la dinámica de juego y recompensa es muy tentador repetir hasta que el hábito pasa a ser adicción. Si no se ponen límites, el problema puede llegar a ser desbordante”, concluye Lorenzo.